1. Programa el momento para el cambio de armario
Antes de empezar lo que para algunos puede parecer una actividad caótica y de estrés, debemos plantearnos el momento más adecuado para hacer el cambio de armario. Lo mejor es reservar toda una mañana o tarde del fin de semana donde estemos relajados y dispongamos de tiempo suficiente para empezar y terminar la tarea. Para que no cunda el pánico, es mejor hacer el armario de los peques un día y el tuyo otro.
2. Saca todo del armario y organiza la ropa que vas a guardar, vender o reciclar
Para que el cambio de armario sea un éxito, empieza sacando toda la ropa, accesorios y zapatos de los cajones, estanterías o perchas y organízalo en encima de la cama por:
- Lo que vas a guardar. Primero de todo, asegúrate que esta ropa les seguirá yendo la próxima temporada. Si es así o tienen hermanos que puedan aprovecharla, lávala y ponla en bolsas de almacenaje para que no ocupe demasiado. Colócala en el canapé o arriba los armarios y ¡hasta el año que viene!
- Lo que es atemporal y deberá volver al armario: ropa interior, cinturones, accesorios de pelo…
- Lo que vas a vender. Como decíamos, los niños crecen muy rápido y es muy probable que esta ropa no les valga la primavera o verano que vienen. Una buena opción para sacarte unos ahorros y ser más sostenible y consciente, es venderla en plataformas de segunda mano como LINO. ¿Cómo vender en LINO?
- Lo que vas a tirar o reciclar. Cuando la ropa está rota o muy estropeada, lo mejor es tirarla o reciclarla para hacer alguna manualidad.
3. Saca la ropa de la temporada otoño-invierno y ordénala
¡Es hora de sacar la ropa de otoño-invierno!
Antes que nada, deberemos repetir un poco el proceso anterior. Como comentábamos, el crecimiento de los niños varía mucho a lo largo del año y la ropa que quizás guardamos el año pasado puede que ya no les valga.
Para ello, antes de ponernos manos a la obra a llenar cajoneras y armarios, dedica un poco de tiempo a que los peques se prueben la ropa. Para hacerlo un poco más divertido y entretenido, puedes hacer un pase de modelos o una competición para ver quién termina antes. Recuerda, este paso es necesario para volver a poner en el armario prendas que realmente utilizaran.
Una vez tengamos claro la ropa que nos quedamos, empezaremos a organizar el espacio de cada niño por tipo de prenda para que el día a día sea más fácil. Asegúrate que el armario que tienes puede clasificarse y dispone de baldas, cajones y barras para almacenar de forma visible y práctica todo lo que tenemos.
Un truco para guardar la ropa es doblarla de forma vertical, de manera que sea visible, pero ocupe el menor espacio posible. Utiliza cajoneras, separadores, ganchos y etiquetas para lograr el orden perfecto y que los peques puedan ser autónomos para vestirse.
4. Haz la lista de la compra
A continuación, haz una lista de todas las prendas que necesitarás este año a raíz de aquellas que se han quedado pequeñas. De esta manera evitarás comprar artículos innecesarios y por impulso. Una opción para esta temporada es apostar por la segunda mano. Puedes consultar aquí la selección curada de LINO.
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